top of page

Especie: Montaña rusa humanoide

Categoría: Atracción extrema

Altura como máquina: 93 mts

Altura como humanoide: 6,10 mts

Edad aproximada en términos humanos: 18

País de aterrizaje: Roma, Italia

Idiomas: Italiano y algo de español


Intimidator era muy joven cuando aterrizó en las zonas rurales de Roma, en Italia. De hecho, era un adolescente cuando el cataclismo interdimensional lo arrancó de los brazos de su familia adoptiva.


Cuando despertó luego del impacto, Intimidator se encontró en un lugar que pensó, por unos instantes, que era su tierra todavía, pues estaba rodeado de frondosos árboles y arbustos abundantes. No obstante, al ver a la gente se dio cuenta de que no, no estaba ya en su planeta sino en uno muy desconocido.


Estuvo deambulando en esos bosques desconocidos, pero nada que encontraba una laguna de agua electrificada. Viajó a la ciudad, aun sin saber hablar, y completamente desorientado, tan sólo usando su mero instinto de supervivencia. Sin embargo, terminó desfalleciendo en la calle por la falta de alimento. Fue recogido por una asociación protectora de humanoides donde se le alimentó, se le dio cobijo y posteriormente le enseñaron a hablar y a comunicarse apropiadamente. Fue cuando al fin supo que estaba en un planeta llamado Tierra y coexistía con la raza humana.


Eventualmente terminó viajando a México, donde le habían prometido que lo recibirían. No obstante, aquello fue tremenda decepción, pues se encontró con un grupo de humanos muy hostiles que encima, hablaban otro idioma que aunque sonaba similar al italiano, no lo entendía demasiado. Uno de esos humanos lo miró con desdén y lo tachó de animal inútil mientras le arrojaba piedras. Aquello despertó la ira de Intimidator, provocando que le diera un puñetazo en pleno rostro. El problema es que el humano murió y la policía de Tijuana terminó arrestando a Intimidator por asesinato. Aunque pronto entendieron que fue defensa propia —las piedras que le arrojaron eran grandes y podrían lastimar de gravedad— tuvo que pasar al menos cinco años en prisión.


Durante su estadía dentro de la prisión conoció a Zumanjaro, quien eventualmente se transformaría en su amante y protector. Para Intimidator, conocerlo fue una bendición. Aunque tuvo que rendirse luego que lo dominara y venciera en un combate, muy pronto terminó apegándose a él, pues por primera vez se sintió protegido desde que aterrizara en la tierra. Aquello era en especial valioso luego de enfrentar a un grupo de humanos hostiles que trataron de matarlo.


El romance no duró demasiado, pues pronto liberaron a Zumanjaro y lo transfirieron a un parque en Venezuela. El corazón de Intimidator se hizo pedazos, pero una parte de sí mismo se aferraba a la esperanza de volver a ver a esa torre humanoide que, al igual que lo hiciera de otrora su familia adoptiva, le recordó lo que era sentirse seguro y protegido…

bottom of page